(...)Antonio Ferrera es un torero diferente, maduro y sus triunfos tienen una gran dimensión como el alcanzado en Moita en la pasada noche. La obra de arte realizada por el segundo de su lote, es una de esas cosas, que si la memoria no nos traiciona, podemos y debemos recordar por muchos años. Variedad de pases, en series interminables, con temple y cadencia. Un conjunto lleno de prestancia y sentimientos que caló muy hondo en la parroquia portuguesa. Al primero, Ferrera, lo mejor llegó en el recibo a la verónica puesto que en el último tercio el toro resultó muy deslucido. A pesar de la falta de colaboración, el diestro español, dejó constancia de su gran personalidad.(...)
(Fonte-Mundotoro|Foto- Pedro Batalha)
|
Sem comentários:
Enviar um comentário